lunes, enero 30, 2006

5 hábitos

Lewin me pasó la pelota y ahora tengo que escribir sobre mis 5 hábitos más particulares.

1. Me invento palabras...la mayoría son traducciones directas del inglés y el francés como "inconspicuo" o "procastinador". Esto es para decir que soy terriblemente "procastinadora". Sobreviví a la universidad y al posgrado con bastante decoro trabajando sobre todo las mañanas antes de entregar los trabajos, porque esa es otra, no me gusta trasnochar mucho y prefiero despertarme ridiculamente temprano si tengo algo que no he terminado.
2. Soy de las personas más videosas que conozco. Me armo unas películas tan complejas sobre las cosas que cuando al fin pasan siempre son mucho menos graves, menos espectaculare, menos difíciles de lo que había pensado inicialmente. Otro mal derivado de este hábito es que me ilusiono con todo y tiendo a construir castillos en el aire a partir de cualquier cosita que pueda disparar mi imaginación.
3. Soy lloretas y dramática. Aunque no me considero una persona histriónica.
4. Pongo el despertador a las 5:30 para poder poner snooze 20 mil veces. Aunque me encantan las mañanas y, cuando la logro, me encanta poder tomarme un café tipo propaganda viendo el amanecer.
5. Me encanta echarle mermelada de naranja a todo...al queso campesino, al sánduche de jamón y hasta la pizza. Aunque por lo general no me gustan las mezclas y odio los cocteles: el ron me gusta solo y me encantan los martinis.

No sé a quien pasarle la pelota. Todos los blogs que miro ya hicieron este juego. La única es la hermosa Irina en cuandomehablo.blogspot.com. Irina...te tocó.

martes, enero 24, 2006

Fighters and lovers?

Esta es una carta que le envié al director de la organización Fighters and Lovers que está vendiendo camisetas con logos que apoyan las FARC y cuyas ganancias están dirigidas a financiar una emisora del este grupo armado al margen de la ley.

Dear Bobby,

I don’t know anything about you except for what I read from your homepage. I’m sure you’re very idealistic and like fighting for causes you feel are right. I’m also sure that if one is not completely informed about Colombia’s particular situation, it is very easy to be seduced by the guerrilla’s and paramilitary’s discourse as they both surprisingly claim the same things. Both of the supposedly want more equality, want to stop corruption, and build a better world. But the question is…don’t we all? The problem is that these two groups have fought for these alleged ideals in ways that are simply not correct. They have murdered hundreds of thousands of innocent people, kidnapped many more and violated every known human right. It is important for you to know that the Colombian guerrilla is not what it claims to be, and supporting them in any way is not right and is definitely not the way to promote an eventual peaceful ending for the terrible war that has battered Colombia for the past 40 years. It is simply not “cool” to buy, sell or wear T-Shirts that support one of the illegal groups that have bled this country for years.

I invite you to visit both the Autodefensas Unidas de Colombia’s and the FARC’s web pages in order to see that they are not very different, they both claim the same fake ideals and insist on terrorism as the best way to defend them. Additionally, you should check the Colombian press and even the leftist parties’ web pages (who defend socialist ideas in peaceful ways) so that you can see the damage the guerrilla has made to our country. You will probably think twice about supporting the FARC in any way.

I hope this note will make you reconsider the logos in your T-shirts and the associations you support, hopefully, your next collection will promote peace in Colombia and its profits will be destined to an organization that helps the victims of the armed conflict rather than to one that victimizes the Colombian people.

Cristina, another outraged Colombian

domingo, enero 22, 2006

La estética de los noventas

Me volví a ver El Quinto Elemento sábado porque la estaban pasando por HBO. No me divirtió locamente pero me hizo pensar sobre la estética de los años noventas. Cuando vi esta película por primera vez en el 97 cuando salió, me pareció lo más marivollasamente estéticamente correcto que había visto en mucho tiempo. Divino el pelo rojo de la chica, divina la ropa futurista diseñada por Jean Paul Gaultier, divino Bruce Willis.
Ayer me pareció una película excesiva con un montaje totalmente forzado. Me chocó la fotografía, los disfraces, el pelo zanahoria, la camiseta anaranjada apretada de Willis y la estrella de radio. La diva me pareció como de casa de narco.
Como cambian las cosas...

martes, enero 17, 2006

Psicopatodesambientación

No hay nada peor que ese sentimiento de desasosiego profundo que lo ataca a uno sobre todo los domingos por la noche cuando uno no ha terminado la tarea y los lunes por la mañana cuando hay que afrontar la realidad de que a pesar de la angustia de la noche anterior, nunca la terminó. O cuando uno sabe que hizo algo mal, pero no sabe qué exactamente. Y peor, la sensación de que uno no tiene ni idea qué diablos está haciendo, ni qué quiere, ni para dónde va.

Este conglomerado de sentimientos siempre se ha llamado psicopatodesambientación en mi casa. En mi familia es normal oír la siguiente conversación: Pregunta: “Tiene cara de estar psicopatodesambientada/o ¿ah?.” Respuesta: “Uy sí, que mamera” o simplemente “Bah” o “Hm” o “Aja.” Siempre creí que era una palabra real que había acuñado algún psiquiatra famoso que algún día iba a tener que leer porque el tipo era el único genio que había logrado descifrar los estados de ánimo de las personas medianamente normales que no somos ni depresivas, ni maniacas, ni patológicamente ansiosas, ni obsesivas compulsivas, ni histriónicas, sino un poquito de todo. Preguntando por ahí descubrí que la autora de esta palabra tan maravillosamente comprensiva fue la ex esposa de mi tío de la que no me acuerdo muy bien y no Lacan, o algún otro psicoanalista ilegible.

El viernes estuve con unas amigas del colegio y llegamos a la conclusión de que nos habían engañado durante mucho tiempo. Toda la vida nos habían dicho que éramos las más inteligentes, las más pilas, las más creativas, las más echadas pa’lante y que todo lo podíamos y llegamos al mundo “real” a darnos cuenta que lo que éramos en realidad era una manada de niñas consentidas que nos habíamos salido con las nuestras durante mucho tiempo y que se había acabado el reinado. Esto evidentemente genera una psicopatedesambientacón profunda que viene acompañada, por supuesto, de desasosiego, algo de tristeza, malparidez cósmica (otro término familiar que explicaré después) y la sensación de estar absolutamente perdido.

Por el momento, puedo decir que estoy pasando por la peor crisis de psicopatodesamientación de mi vida, peor que a los trece cuando el niño lindo del colegio play no me sacó a bailar...

miércoles, enero 11, 2006

La adicción al trabajo como virtud

Uno de los peores males que trajo consigo el gobierno Uribe fue exacerbar el video sobre el trabajo.

Además de la influencia del logo de "trabajar, trabajar y trabajar", no he logrado entender muy bien cual es el origen último de esta obsesión. Puede ser de la paisocracia que controla al país y de esa tendencia antioqueña al trabajo como solución a todos los males. No sé si viene de algún delirio tercermundista que explicaría también por qué uno en cualquier buena universidad del país se trabaja diez veces más que en cualquier universidad de los Estados Unidos incluyendo las ivies y las más reconocidas, y sale a ganarse una décima parte de lo que se ganaría un colega gringo y por qué a pesar de que aquí se trabaja por ley 48 horas a la semana (y más si uno es "empleado de confianza") tenemos una economía que crece porque la economía mundial la está arrastrando y no porque las condiciones del país hayan cambiado realmente. Podría ser también consecuencia de una terrible competencia para conseguir los pocos y malos puestos que ofrece este país, lo que también llevó a que las personas digan en las entrevistas de trabajo que su mayor defecto es ser “demasiado perfeccionista” (juran...).

Sin embargo, si uno no dedica el 100% de su tiempo a sus compromisos laborales, uno no es una persona comprometida; si uno no se queja de la cantidad de trabajo que tiene cada vez que habla con sus amigos, familiares, colegias y con cualquier conocido, no tiene nada realmente digno que decir; si uno no se queda en la oficina hasta ya se puso el sol todos los días, no es realmente productivo.

Mi amigo JEL—que es un tipo realmente fresco y que se toma la vida con calma, a pesar de ser el super duro de cualquier cosa que haga—dice que él no siente que esta tendencia se haya exacerbado realmente, pero yo lo veo y la sufro todos los días. Para el, el rollo de la adicción al trabajo viene asociada íntimamente a la obsesión por el poder y como bien lo dijo, “yo no tengo poder ni lo tendré.” Yo creo que de todas las explicaciones, esta es la más cuerda. La gente se obsesiona con el trabajo y se obsesiona con que los demás sepan todo lo que trabaja porque le gusta el poder. A mi personalmente, el poder siempre me ha dado miedo; me parece un monstruo enorme y verde que lo tienta a uno a hacer cosas que van en contravía de sus principios simplemente porque puede y porque quiere poder más. El poder siempre ha sido el mejor amigo de la vanidad y como lo dijo Al Pacino haciendo de diablo: "Vanity, definitely my favorite sin".

Realmente, lo que más me preocupa, es que esta obsesión por la adicción al trabajo va en contravía de la reflexión y el análisis y de otras cosas fundamentales de los seres humanos. Pensar no es considerado trabajar, lo que importa es ser “ejecutivo” y hacer las cosas sin necesariamente visualizarlas, estudiarlas y digerirlas como toca. Hasta dormir se volvió algo desdeñable (por ahí dicen que Uribe con un par de horas de sueño cada noche y unas sesiones de yoga queda listo para el otro día.)

Puede que esta nueva angustia sea simplemente fruto de un síndrome posvocaciones; aunque solo me tome una semanita del trabajo así que no tuve el tiempo de ocio necesario para cuestionar absolutamente todo y mandar todo al carajo. Por el momento, trato de convencerme de que lo necesario es “mantener una actitud positiva” (premisa totalmente videosa-esotérica para mí pero que por el momento funciona y suena algo convincente) y de que “tengo que dar lo mejor de mí” así esto implique sacrificios que detesto y me recuerde a mi profesora de español de quino y que me lleve a quejarme más de lo que me gustaría de lo mucho que tengo que trabajar.

La adicción al trabajo no es una virtud, señor Uribe, ni trabajar como locos literalmente necesariamente va a sacar a Colombia de todos sus problemas. No me malentiendan...al menos de que uno tenga una fiducia y vocación de jetset, hay que trabajar. Sin embargo, hay que trabajar sin video y sin discursos, teniendo claro que el trabajo es solo trabajo y que a pesar de lo que sugiere Uribe con su ejemplo, dormir no es tan lobo, es bueno salir a ver la luz del día y sobre todo, no hay que explicarle a todo el mundo "todo lo que uno trabaja, trabaja y trabaja".

Que sea un buen propósito para el año nuevo...a trabajar, pero sin videos.