martes, agosto 23, 2011

El reto de los treinta libros

Nunca he participado en este tipo de actividades, pero este reto sí me parece interesante. Tengo un gusto cinematográfico pésimo, la música que oigo da pena, pero creo que soy una lectora decente y algo podré aportar. Iré llenando las categorías a medida que pasen los días, aunque no lo haré en el orden obligado. Ahí voy siguiendo mi propio ritmo. Perdonen el spanglish.

1. Uno que leyó de una sentada: El Conde de Montecristo de Alejandro Dumas. Fue una sentada larga, de dos días con sus noches y en la que paré a comer, al baño y a dormir. Estaba en una pelea con mi hermano porque él se estaba leyendo el libro y yo me lo robé, así que tenía que terminar rápido.
2. Uno que se haya demorado mucho en leer: La montaña mágica de Thomas Mann. Sigue en mi mesa de noche desde hace más de 10 años.
3. Uno que sea un placer culposo: Feng Shui para Dummies. Lo usé para remodelar mi casa y lo reviso todo el tiempo.
4. Uno que le gusta a todos menos a usted: Tokyo Blues de Haruki Murakami.
5. Uno de viajes. Me encantan los de viajes: Marrakesh de Elias Cannetti.
6. Uno de un nobel. Cartas entre un padre y un hijo de V.S. Naipaul
7. Uno muy divertido. Matilda de Roald Dahl. O cualquiera de Dahl. Hasta los de grandes. Es el autor más divertido del mundo.
8. Uno para leer por fragmentos. Costumbres en Común de E.P. Thompson. Nunca me lo he leído de un tacazo, pero creo que por pedacitos me lo he leído varias veces entero.
9. Uno con una excelente versión cinematográfica. The Hours de Michael Cunningham
10. Uno con una pésima versión cinematográfica. La Iliada quedó pésimamente puesta en escena en Troya. Aunque Pitt estaba bueno.
11. Uno que lo haya motivado a visitar algún lugar: Estambul de Orhan Pamuk. El viaje sigue pendiente.
12. Una biografía. Una autobiografía mejor. Habla memoria de Nabokov
13. El primer libro que leyó en su vida. Mi papá me leyó muchas veces un libro que se llamaba Oscar Cosmonauta. También me acuerdo de haber sacado de la biblioteca de mi colegio los libros de Ramona de Beverly Cleary y los amaba, pero eso fue más grandecita, como a los 7. Pero el primer libro que leí sola fue probablemente Run Spot, Run, o algo así.
14. Uno que haya odiado hace años y hoy admira. Las Bodas de Cadmo y Harmonía de Roberto Calasso. La primera vez que lo leí me pareció lo peor. Ahora me encanta.
15. Uno que haya amado hace años y del que hoy reniega. Rayuela de Cortazar. Me sentía muy intelectual de adolescente porque lo había leído de las dos formas. Y bueno, hoy detesto a la Maga de las dos formas.
16. Uno ruso que sí haya leído. Que me acuerde, Crimen y Castigo de Dostoievski y One Day in the Life of Ivan Denisovich de Aleksandr Solzhenitsyn.
17. Uno de este año. Voy a poner uno que leí este años, no uno que haya sido publicado este año: Experience de Martin Amis.
18. El que más veces ha leído. Isabel en Invierno de Antonio Caballero, se lo leo casi todas las noches a Amelia.
19. Uno que lo haya sorprendido por bueno. El ideal de lo práctico de Frank Safford. No lo leíamos en historia, y lo leí en administración. Tremendo libro para entender la historia económica colombiana.
20. Uno que lo haya sorprendido por malo. Los de Micheal Porter. Me dan ganas de vomitar. Ni siquiera son divertidos.
21. Uno de cuentos (no valen antologías). Un favorito de la infancia/juventud: The Wonderful Story of Henry Sugar and Six More de Roald Dahl.
22. Uno de poemas (no valen antologías). Del amor, del olvido de Darío Jaramillo.
23. Uno que le gustaría volver a leer en su vejez. Memorias de Adriano de la Yourcenar.
24. Uno que no le prestaría a nadie. The Constitution of Society de Anthony Giddens. Se ha vuelto una especie de Biblia para mis trabajos.
25. Uno para aprender a perder. Definitivamente La Luz Difícil de González. Para aprender a perder todo lo que uno más quiere y recordarlo con cariño.
26. Uno que asocie con la música que le gusta. Blue Dog de George Rodrigue suena a jazz.
27. Un libro que le regalaron y no le gustó. Uno sobre historias de mujeres que no me acuerdo cómo se llama.
28. Uno que lo haya asustado. Frankestein de Mary Shelley.
29. Uno que se haya robado. Le robé Going Solo de Roald Dahl a @juaneslewin cuando tenía 11 años. 10 años más tarde, se lo compré nuevecito, pero me quedé con el viejo.
30. Uno que pueda salvar vidas El libro que explica la dieta South Beach. En serio.

miércoles, agosto 03, 2011

Culto a la flacura

Puse una foto en Facebook en la que salgo corriendo la Media Maratón. La tomó A por accidente con su IPhone en el momento en el que me monté al anden a darles un beso a él y a Amelia. Por el ángulo y seguro porque no fue intencionada, me veo flaquísima. Mucho más flaca de lo que en verdad soy. Y es que en realidad no soy muy flaca. Soy más bien trozuda.
La foto ha recibido muchísimos "me gusta". La mayoría son de mujeres y un par de amigos homosexuales. La gran conclusión, además de que ese ángulo me favorece, es que el culto a la flacura es una vaina brava. Y la verdad, a mí me gustaría verme así como en esa foto desde todos los ángulos. En forma, pero ante todo flaca. Ojalá muy flaca. Así, flaca como esas viejas que se comen dos hamburguesas y a la gente le parece chistoso y no normal/trozuda/con curvas a las que la gente le levanta la ceja cuando va a repetir.
Lo peor es que estoy consciente de lo ridículo que suena esto. Además, la evidencia indica que esa flacura no le gusta a la mayoría de miembros mi grupo objetivo (hombres heterosexuales) sino a otras personas con la misma noción distorsionada de lo que supuestamente le gusta a los hombres. Por eso este post es cortico. Y por eso no adjunté la foto. Es que me muero de la pena de ser así de estúpida.