viernes, septiembre 28, 2012

Está haciendo un día soleado


Está haciendo un día soleado y no va a llover. Aprovecho y me pongo la pinta para salir. Llego a la universidad caminando como tumbao, porque claro, estoy echando pinta, y apenas me siento en el escritorio me doy cuenta de que tengo yema de huevo en el vestido y crema de dientes para niños en la bota izquierda. Suspiro. Pienso en Amelia que ya se las de de la que habla inglés y me acuerdo de cuando me dijo que no me preocupara por las manchas en su disfraz de sirena que no se ha quitado en un mes, que dijeramos que eran simples detalles. Me limpio con babas, agua de mi botella y una servilleta. La servilleta se deshace con el agua y la mancha del vestido queda peor. La mancha de la bota quita, pero tengo que urgar un poco. Me acuerdo de cuando me entrevistaron para un blog de moda. Mentí en la entrevista porque claramente no tenía muchas cosas interesantes que decir sobre el tema. Sin pudor, dije que ya no usaba vestidos de "difícil mantenimiento" ni zapatos de tacón porque cuando uno tiene hijos, no sabe cuando le van a untar helado de fresa o va a tener que cargar a un chino consentido por cuadras y cuadras. Nunca he usado tacones y casi siempre uso jeans. Pero claro, como hoy efectivamente tengo puestos un vestido de mandar a la lavandería y las botas italianas que alguna vez le robé a mi mamá, el destino tenía que saldar sus cuentas. Escribo esta bobada en vez de trabajar en el paper que tengo que presentar en un mes. Me doy cuenta de que estoy ensayando una forma verbal que nunca uso y que tal vez debería ensayar otras. Pienso que puedo usarla en mi paper, pero no sé si les parezca adecuado en Administrative Science Quarterly, el journal en el que quiero publicar algo algún día. Me muero de la risa y me vuelvo a acordar de Amelia, que ya casi cumple cuatro años y de Alejandro, que a pesar de viajar casi todas las semanas está aterrado de venir a Inglaterra porque cree que se va a perder haciendo la conexión en Madrid o en su defecto, llegando al "Left Lugagge" de Paddington Station, donde quedamos de encontrarnos el 3 de octubre a las once de la mañana.

lunes, septiembre 17, 2012

Lo que más nos gusta

Cuando fuimos a Mompox con el señor marido y mis padres, le preguntamos a un niño que pasaba por ahí por su lugar favorito de todo el pueblo. Emocionado, nos llevó donde estaba instalado el circo y nos mostró la jaula del león. El circo era, por supuesto, uno de esos circos pobres y tristes que deambulan de pueblo en pueblo y el león era realmente una leona, sin melena. Estaba flaca, cansada y con lo que parecía ser sarna. El niño se fue feliz de habernos mostrado lo mejor que había en todo Mompox.

Amelia ha tenido reacciones parecidas acá. Lo que más le gustó de todo Robin Hood Bay fue el helado con pepitas de colores, de Whitby el paquete de papas que encontramos enterrado en la arena mientras hacíamos un castillo muertas del frío en la playa y de York, el carrusel.

Los adultos vamos perdiendo el sentido de lo verdaderamente grandioso con el tiempo. Necesitamos ruinas, historias y caminatas contemplativas con mirada de oh-qué-interesante por los pasillos de un museo para escoger cuidadosamente, y sin irnos a equivocar, qué es lo que más nos gustó. No nos atrevemos a confesar que lo que siempre preferimos es la cerveza del final, cuando ya estamos en la casa.


Las ruinas de la abadía de Whitby, construida entre el siglo XI y XIII por los monjes Benedictinos y abandonada a su suerte en el siglo XV debido a la falta de interés de los peregrinos en ir hasta allá, y por ende, a la quiebra.

martes, septiembre 11, 2012

Una licencia astrológica

Esto me dijo Mavé esta semana, y todo parece recobrar su sentido inicial:

    Capricornio
    23 de diciembre al 21 de enero
Estaba encerrado en rutinas que no lo dejaban avanzar como Dios manda, corriendo el riesgo mortal de   estancarse. Es el momento de empezar nuevos proyectos para terminarlos en diciembre. La tranquilidad que se deriva de no saltar matones, como dice el lenguaje popular, le permitirá darle rienda suelta a su sibaritismo que se opone a contar centavos. Tiene derecho a hacer los viajes aplazados y a renovar su clóset de izquierda a derecha. Velas rojas, muchas velas rojas. 

Tomado de: http://www.elespectador.com/tarot#capricornio

sábado, septiembre 01, 2012

Gente que hace que todo funcione

En un día en el que todo puede pasar mal, las cosas terminan funcionando gracias a gente maravillosa que se cruza por mi camino. Vamos a un restaurante costoso (pero maravilloso) y por alguna razón el mesero nos regala un postre solo porque le preguntamos si era bueno ("It's on me, girls!"). Me monto al tren, no me bajo donde toca, me voy para otro lado y el señor del tren no me dice nada cuando ve que el tiquete no corresponde con el viaje ("It's okey, love. I won't say anything. The ticket to the airport will only cost you 3 quids at the next station"). Trato de llegar al hotel del aeropuerto, donde me voy a quedar esta noche con mi mamá y Ame que llegan en un par de horas después de un viaje trasatlántico y no logro llegar a pesar de que veo el letrero luminoso. Me separan unos muros y una autopista enorme. Me monto en un taxi, el señor se burla de mi un rato y yo también y me lleva por un cuarto de la tarifa de salida del aeropuerto. ("I wouldn't want you to be climbing walls like a crazyperson. Just give me five and go have a rest. It's not everyday I get to drive a Colombian a couple of blocks".)