Descubrí, para mi tristeza, que la política se hace en la forma y no en el fondo. Los estrategas de campañas políticas se ocupan de las apariencias porque saben que así se ganan las elecciones. Puro mercadeo y publicidad.
Primero se convence, después se piensa.
viernes, febrero 10, 2006
viernes, febrero 03, 2006
Sobre política
Cuando escribo de política generalmente me va mejor que cuando lo hago sobre otros temas. Me siento menos aprehensiva de publicar cosas y a pesar de estar discutiendo sobre temas que mueven mis entrañas, no me siento tan expuesta como cuando escribo sobre los “5 hábitos” o sobre el sentimiento de estar perdida en el mundo.
Lo bueno es que en los próximos seis meses habrá muchos temas políticos para comentar. Las elecciones son una época muy divertida porque empiezan a circular chismes políticos—algunos ciertos, otros no tanto—y el ambiente se pone tenso.
Aparte de los chismes electorales típicos—todas las mujeres en el poder son promiscuas y los hombres homosexuales—que por lo demás me parecen tontos y por lo general son viles mentiras, las intrigas, las alianzas y la ansiedad electoral que comienza a gestarse en los círculos políticos me parecen absolutamente fascinantes.
Por ejemplo, hay una tendencia a poner mujeres como cabezas de listas de senado. El partido conservador estaba tratando de seducir a una importante líder gremial, la U convenció a Gina Parody para que encabezara su lista aunque le esta coqueteando también a otras mujeres bien importantes (les contaré el martes) y los liberales hicieron la movida estratégica del año nombrando a Cecilia López para este menester.
Por otra, los partidos cuyos seguidores somos los que supuestamente pertenecemos a los “votantes de opinión” han tomado decisiones bastante interesantes para las cabezas de sus listas: aparte del Polo Democrático Alternativo que todavía no ha definido su candidato debido a las profundas diferencias entre los “chavistas” y los “lulistas”, el Partido Visionario puso al legendario Salomón Kalmanovitz como cabeza de lista al senado. Personalmente, me encanta Kalmanovitz y al menos de que suceda algo extraordinario, tendrá mi voto. Y como dice mi abuela, si Mockus logra hacer magia para que Kalmanovitz hable, se lleva mi voto también.
Esta es la primera reflexión de muchas. Es poco seria, pero es viernes por la tarde y es solo un comienzo…
Lo bueno es que en los próximos seis meses habrá muchos temas políticos para comentar. Las elecciones son una época muy divertida porque empiezan a circular chismes políticos—algunos ciertos, otros no tanto—y el ambiente se pone tenso.
Aparte de los chismes electorales típicos—todas las mujeres en el poder son promiscuas y los hombres homosexuales—que por lo demás me parecen tontos y por lo general son viles mentiras, las intrigas, las alianzas y la ansiedad electoral que comienza a gestarse en los círculos políticos me parecen absolutamente fascinantes.
Por ejemplo, hay una tendencia a poner mujeres como cabezas de listas de senado. El partido conservador estaba tratando de seducir a una importante líder gremial, la U convenció a Gina Parody para que encabezara su lista aunque le esta coqueteando también a otras mujeres bien importantes (les contaré el martes) y los liberales hicieron la movida estratégica del año nombrando a Cecilia López para este menester.
Por otra, los partidos cuyos seguidores somos los que supuestamente pertenecemos a los “votantes de opinión” han tomado decisiones bastante interesantes para las cabezas de sus listas: aparte del Polo Democrático Alternativo que todavía no ha definido su candidato debido a las profundas diferencias entre los “chavistas” y los “lulistas”, el Partido Visionario puso al legendario Salomón Kalmanovitz como cabeza de lista al senado. Personalmente, me encanta Kalmanovitz y al menos de que suceda algo extraordinario, tendrá mi voto. Y como dice mi abuela, si Mockus logra hacer magia para que Kalmanovitz hable, se lleva mi voto también.
Esta es la primera reflexión de muchas. Es poco seria, pero es viernes por la tarde y es solo un comienzo…
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