Una amiga de la infancia me escribió el otro día por Facebook (por dónde más) y me dijo que había leído mi blog y que le había encantado (eso fue bueno) y que no me preocupaba, que la crisis del cuarto de vida estaba diagnosticada (eso no fue tan bueno). Supongo que cualquier persona que lea los últimos 50 blogs de los últimos dos años no dudaría en decir que estoy en una crisis existencial permanente. Lo que no sabe A. (mi amiga de infancia) es que esa crisis comenzó como a los 10 con la preadolesencia. Se acentuó a los 13 y solamente se hizo más fuerte hasta los 22 cuando entre en el terrible mundo de los "adultos jóvenes." Y, que además, solo seguirá empeorándose hasta que entre en la crisis de la edad media. Creo que se quitará cuando me de Alzheimer o demencia senil, momento en el cual espero estar en un lugar en el campo con otros viejitos y con enfermeras que me hablen en diminutivos y me den sopita a cucharadas (aunque los diminutivos me enervan y no me gusta la sopa.)
To be continued...
sábado, septiembre 08, 2007
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