Las tardes lluviosas siempre son peligrosas. No solo por el frío, o los rayos, o la posibilidad de resbalarse en las entradas de marmol de los edificios elegantes, sino porque el ambiente general, algo melancólico, pero sobre todo, entrañable, lo hace a uno pensar demasiado. Y por supuesto, pensar en lo que no debe, en lo que normalmente no piensa porque no tiene tiempo. Hoy ha llovido toda la tarde y he pensado en todo, excepto en acuerdos comerciales entre la Comunidad Andina y Estados Unidos, o en el referendo en Ecuador, o en ninguna de las cosas en las que debía pensar. Una de las cosas que sí pensé es que siempre había querido ser periodista, sobre todo de adolescente, y que se me había olvidado y que tenía que comenzar a escribir antes de que se me olvidara del todo.
Por eso el blog. Porque las tardes lluviosas siempre son parecidas. No porque sean iguales, sino porque mantienen el mismo estilo melancólico y entrañable como de Londres en el siglo XIX. Se le ocurre a uno que lo que debería escribir son cosas como "Ms. Watts brought tea at 5 pm sharp (aunque precisar la hora, en este caso, sería una terrible redundancia). Tea always tastes the same..."
lunes, octubre 10, 2005
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2 comentarios:
I agree. But will this blog always taste the same? Bienvenida!
A weird and late question; Is that a fragment from "Rebecca"??
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