Una vez una amiga, de esas que cree que comprarle juguetes de madera suecos es un signo de intelectualidad y no de riqueza, me dijo que su hijo sólo veía televisión políticamente correcta y que por eso hablaba divino. Que él era muy articulado para tener cuatro años y decía cosas muy políticamente correctas como "trato de no enojarme cuando las cosas salen mal". Yo que nunca me quedo callada, esa vez no dije nada, pero quedé con los ojos como platos.
Hoy sucumbí ante la presión de Amelia para poner Disney Junior, el canal en el que dan esa televisión políticamente correcta, porque estaban dando el programa de un niño pirata que se llama Jake que acumula "doblones" y le toma fotos a los tesoros que encuentra, porque están ahí para que los vea todo el mundo y no para que la gente se los lleve a la casa. Después de que se acabara este programa, comenzó uno, en el que un todero que vive en Estados Unidos va por todo el pueblo arreglando cosas con una caja de herramientas llena de martillos y llaves inglesas que hablan en espanglish. Él, que es claramente latino, le dice a las demás personas Señor y Señora X y Y y a él le dicen Mani. Las conversaciones son así: "Mani, mi bicicleta está descompuesta", "Ya voy, señor Esmit, con todas mis herramientas. I'm ready". Al final rompen una piñata y comen tacos para celebrar con un grupo de personas blancas--y unas claramente menos blancas. Además cuentan hasta 10 en inglés todo el tiempo y usan muletillas como "right away".
Después de una hora de esto, siento que no me puedo quedar callada. ¿Eso es lo que es políticamente correcto? En espanglish lo único que se me ocurre decir es: It's so f* wrong in so many levels. Prefiero los videos de Silly Symphony en el que se burlan de todo y no tratan a los niños como idiotas. Y si Amelia aprende a entenderle al pato Donald en inglés, estará sobrada para el resto de la vida.
En esta casa seguiremos viendo esto: Three Little Wolves , esto: The Wise Little Hen y esto: The Funny Little Bunnies
La gran conclusión es: Disney Junior, you suck. O como diría un niño críado con esos programas, apestas. Y sí, los juguetes didácticos suecos de madera pintados con pintura orgánica son hermosos, pero son estúpidamente caros. Además, siendo honestos, los niños prefieren el plástico made in China, incluso la mía a la que se le ha visto jugando a la "universidad" rayando mis papeles con resaltadores de todos los colores.
El único problema es que no he encontrado la forma de apagar a Mani y sus herramientas sin que Amelia se ponga furiosa y ya es hora de dormir. Por ahora, creo que tendré que acudir a los argumentos de autoridad, algo muy poco políticamente correcto y muy poco alineado con los papás-que-compramos-juguetes-didácticos.
martes, julio 12, 2011
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