Creo que escogí un momento poco apropiado para comenzar un blog porque el domingo me voy de viaje. Podría escribir comentarios sobre mis apreciaciones sobre el Brasil como si fuera una especie de conquistadora cultural (por eso escribí "el Brasil", cualquier colonizador, o viajero blanco en búsqueda de nuevas aventuras en el tercer mundo que se respete--con exepción, tal vez de los ingleses, que tienen formas peores de dominación--usa artículos antes del nombre, el África, la India, "le" Congo, "la" Colombie", etc). Además, me voy de luna de miel, y tengo pocas ganas de compartir eso con el, por ahora reducido, público de este blog.
Sin embargo, quisiera establecer una lista de temas pendientes sobre los cuales voy a escribir en un futuro cercano. Éstos son, de alguna manera, escritos paralelos. Paralelos porque mi trabajo consiste basicamente en escribir para otras personas y mi voz se termina perdiendo, porque contrataron precisamente para documentar, desarrollar una brillante idea de alguién más para después redactar un informe, sin necesariamente expresar mi posición personal. Por eso, una de las grandes funciones de este blog es "airear" mis opiniones y mis propias ideas sobre los temas que debo tratar a diario, y es paralelo porque escribo los blogs en la medida que cumplo con mi trabajo.
Los temas pendientes son:
-¿Por qué creer en Dios hoy en día?--Suena espantosamente cursi, pero es un tema que debo desarrollar para una tarea del trabajo y me ha resultado terriblemente interesante...incluye reflexiones sobre Umberto Eco, Miguel de Unamuno e incluso Ratzinger, alias Benedicto)
-Inmigración entre el siglo XIX y hoy en día...mi tema favorito
-Chaid Neme reinventando la historia
-y creanlo o no, algo sobre la Reelección, que amerita un espacio en este blog, dentro de la idea de que "tea always tastes the same"
miércoles, octubre 12, 2005
lunes, octubre 10, 2005
De por qué un blog y un té
Las tardes lluviosas siempre son peligrosas. No solo por el frío, o los rayos, o la posibilidad de resbalarse en las entradas de marmol de los edificios elegantes, sino porque el ambiente general, algo melancólico, pero sobre todo, entrañable, lo hace a uno pensar demasiado. Y por supuesto, pensar en lo que no debe, en lo que normalmente no piensa porque no tiene tiempo. Hoy ha llovido toda la tarde y he pensado en todo, excepto en acuerdos comerciales entre la Comunidad Andina y Estados Unidos, o en el referendo en Ecuador, o en ninguna de las cosas en las que debía pensar. Una de las cosas que sí pensé es que siempre había querido ser periodista, sobre todo de adolescente, y que se me había olvidado y que tenía que comenzar a escribir antes de que se me olvidara del todo.
Por eso el blog. Porque las tardes lluviosas siempre son parecidas. No porque sean iguales, sino porque mantienen el mismo estilo melancólico y entrañable como de Londres en el siglo XIX. Se le ocurre a uno que lo que debería escribir son cosas como "Ms. Watts brought tea at 5 pm sharp (aunque precisar la hora, en este caso, sería una terrible redundancia). Tea always tastes the same..."
Por eso el blog. Porque las tardes lluviosas siempre son parecidas. No porque sean iguales, sino porque mantienen el mismo estilo melancólico y entrañable como de Londres en el siglo XIX. Se le ocurre a uno que lo que debería escribir son cosas como "Ms. Watts brought tea at 5 pm sharp (aunque precisar la hora, en este caso, sería una terrible redundancia). Tea always tastes the same..."
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