miércoles, mayo 18, 2011

Sobre Frank Safford (y de regreso a la historia)

Esto voy a leer esta tarde en el coloquio doctoral para presentar a Frank Safford (una tradición bonita que estamos instaurando en los Andes en la que invitamos a profesores crac para que nos cuenten a los estudiantes de doctorado en administración las infidencias detrás de sus investigaciones):

Cuando yo estaba estudiando historia, los profesors siempre le decían a uno que no empezara a escribir hasta que uno no conociera a los personajes involucrados en lo que estaba investigando tan bien, que pudiera contarles un chiste que seguro los hiciera reír. Yo nunca llegué allí aunque me quedó la inquietud de qué se sentía lograr ese nivel de familiaridad con lo que uno está investigando y sobre todo, qué implicaba llegar a ese nivel de comprensión. Pocos historiadores logran llegar allá.

Ayer vi el mejor ejemplo de esa rarísima familiaridad en la conferencia del profesor Safford sobre la historia económica colombiana del siglo XIX. Safford conoce (realmente conoce) a José Manuel Restrepo, a José María Obando y a José Hilario López y a muchos más personajes que murieron hace más de un siglo. Sabe qué hicieron, cómo pensaban, por qué pensaban y qué motivaba sus actos. Mi teoría es que Safford no sólo llegó ahí por su trabajo juicioso, digamos que eso es más que evidente, sino porque la perspectiva comparativa que le da el haber estudiado toda la América española del siglo XIX es única y le permitió hacer historia con contexto. Esto no es tan evidente como suena. Muy pocos historiadores colombianistas han logrado superar el encierro de tres cordilleras y dos costas y entender la historia como una serie de fenómenos inscritos en tendencias más grandes. Esto ha llevado a al profesor Safford a estudiar la historia política y económica colombiana desde una óptica privilegiada llegando a plantear propuestas teóricas esclarecedoras que han sido de lejos los referentes más importantes para la historia empresarial del país.

Para los que no sepan, Frank Safford es profesor emérito de la Universidad de Northwestern donde enseña desde 1966 y donde ha ocupado varios cargos importantes, entre ellos el de Decano Asociado para Ciencias Sociales. El profesor Safford terminó su Maestría y su PhD en la Universidad de Columbia con una tesis sobre el comercio y el desarrollo empresarial en la Colombia republicana (1820-1870) que presentó en 1965. Se graduó magna cum laude de su pregrado en historia y literatura en Harvard en 1957.

Es imposible hablar de las publicaciones del profesor Safford sin hacer omisiones imperdonables, así que señalaré solo dos de sus libros. Y el criterio para escogerlos es bastante arbitrario: son los dos que han sido más importantes para mí. El primero es El ideal de lo práctico: el desafío de formar una élite técnica y empresarial en Colombia que se publicó en inglés en 1976 y en español en 1989 y que creo que es un libro importantísimo para todos los que estamos acá presentes y que a mí, personalmente, es el que me llevó a dar esos saltos tan raros de la historia a la competitividad y el desarrollo empresarial y todo parece indicar que de vuelta a la historia (empresarial). El segundo, es éste que escribió con Marco Palacios, Colombia País fragmentado, sociedad dividida, que es, a mi gusto, el mejor manual de historia colombiana que hay en el mercado. Además, se trata un libro multipropósito: no sólo es una lectura agradable y deliciosa que recomiendo sin pensarlo dos veces, sino que es un libro de consulta obligado. Pocos libros logran cumplir esos dos propósitos. Para no ser negligente, les estoy pasando a todos una copia de la hoja de vida del profesor Safford con el listado completo de publicaciones.

Hoy, el profesor Safford nos va a hablar de la historia empresarial colombiana, de sus perspectivas y de su desarrollos. Seguro esta charla nos abrirá los ojos a más de uno y espero que sin importar los temas que decidamos trabajar en nuestras tesis, siempre tengamos, así sea en el último rincón de la cabeza, la preocupación por el trasfondo histórico de las preguntas que nos estamos haciendo. Y ojalá, todos lleguemos a tener ese nivel de familiaridad y comprensión en nuestras investigaciones.

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