Estoy aprendiendo a entender modelos econométricos. Y en un momento en el que ya estaba rendida de pelear con lambdas y alfas y betas, me puse a leer bobadas en la web. En la página de El Tiempo, había un link a lo que ellos denominaban la selección sub 20 de Don Juan. Es decir, se trataba de una selección de chicas que acababan de pasar la barrera legal para poderse empelotar en una revista jugando a que eran futbolista. Me pudo la tentación y me metí a ver más modelos, tremenda ironía. El link me llevó a un video en el que varias chicas-eran más de 11, supongo que estaban contemplando las de la banca también-salían con un diminuto bikini negro, un número pintado en la panza, medias de fútbol hasta arriba de la rodilla-sin canilleras por supuesto, nada menos sexy que unas canilleras-y guayos de colores. Estaban todas paradas en fila y cuando comenzaba la música se comenzaban a mover y a hacer caras de "oh, qué sexy soy". Después les pasaban balones y ellas tenían que hacerse las que sabían jugando fútbol mientras seguían haciendo cara de "oh, qué sexy soy". Y obviamente no cambiaba nada en el set excepto sus poses. Estuvieron mucho tiempo paradas sobre un fondo verde haciendo la misma cara y moviéndose con movimientos controlados para que la cámara no les fuera a coger ni un mal ángulo. Hasta paraban el balón de pecho-tarea bastante impresionante si uno tiene implantes-con movimientos controlados.
Yo siempre había pensado que ser modelo era fácil. Era cuestión de tener cierta bendición genética y algo de disciplina para no comer nunca y punto. Pero con ese video me di cuenta de que es un trabajo demandante. Confieso que me considero incapaz de patear un balón haciendo cara de sexy. Jamás podría hacerlo. De hecho, creo que no podría hacer cara de sexy a propósito en ningún contexto. Esa me sale natural siempre y cuando el contrincante esté esforzándose para sacarla. Pero sobre todo, confieso que sería incapaz de comenzar a moverme haciendo cara de que soy más sexy que la que está al lado mío para salir en más fotos y ojalá en la portada, solo porque prendieron la música y porque el fotógrafo comenzó a disparar. On, me pongo la cara de sexy, off me quito la cara de sexy. Mujeres con talento, no joda.
En este punto, creo que va a ser más probable que termine de descifrar el modelito que tengo enfrente, cortesía del RAND Journal of Economics, que lograr algún día prender y apagar la cara de sexy con el llamado de un fotógrafo como lo hicieron las chicas de la selección Don Juan. Bien por ellas. Ojalá esa habilidad las lleve bien lejos.
miércoles, julio 20, 2011
martes, julio 12, 2011
La televisión políticamente incorrecta
Una vez una amiga, de esas que cree que comprarle juguetes de madera suecos es un signo de intelectualidad y no de riqueza, me dijo que su hijo sólo veía televisión políticamente correcta y que por eso hablaba divino. Que él era muy articulado para tener cuatro años y decía cosas muy políticamente correctas como "trato de no enojarme cuando las cosas salen mal". Yo que nunca me quedo callada, esa vez no dije nada, pero quedé con los ojos como platos.
Hoy sucumbí ante la presión de Amelia para poner Disney Junior, el canal en el que dan esa televisión políticamente correcta, porque estaban dando el programa de un niño pirata que se llama Jake que acumula "doblones" y le toma fotos a los tesoros que encuentra, porque están ahí para que los vea todo el mundo y no para que la gente se los lleve a la casa. Después de que se acabara este programa, comenzó uno, en el que un todero que vive en Estados Unidos va por todo el pueblo arreglando cosas con una caja de herramientas llena de martillos y llaves inglesas que hablan en espanglish. Él, que es claramente latino, le dice a las demás personas Señor y Señora X y Y y a él le dicen Mani. Las conversaciones son así: "Mani, mi bicicleta está descompuesta", "Ya voy, señor Esmit, con todas mis herramientas. I'm ready". Al final rompen una piñata y comen tacos para celebrar con un grupo de personas blancas--y unas claramente menos blancas. Además cuentan hasta 10 en inglés todo el tiempo y usan muletillas como "right away".
Después de una hora de esto, siento que no me puedo quedar callada. ¿Eso es lo que es políticamente correcto? En espanglish lo único que se me ocurre decir es: It's so f* wrong in so many levels. Prefiero los videos de Silly Symphony en el que se burlan de todo y no tratan a los niños como idiotas. Y si Amelia aprende a entenderle al pato Donald en inglés, estará sobrada para el resto de la vida.
En esta casa seguiremos viendo esto: Three Little Wolves , esto: The Wise Little Hen y esto: The Funny Little Bunnies
La gran conclusión es: Disney Junior, you suck. O como diría un niño críado con esos programas, apestas. Y sí, los juguetes didácticos suecos de madera pintados con pintura orgánica son hermosos, pero son estúpidamente caros. Además, siendo honestos, los niños prefieren el plástico made in China, incluso la mía a la que se le ha visto jugando a la "universidad" rayando mis papeles con resaltadores de todos los colores.
El único problema es que no he encontrado la forma de apagar a Mani y sus herramientas sin que Amelia se ponga furiosa y ya es hora de dormir. Por ahora, creo que tendré que acudir a los argumentos de autoridad, algo muy poco políticamente correcto y muy poco alineado con los papás-que-compramos-juguetes-didácticos.
Hoy sucumbí ante la presión de Amelia para poner Disney Junior, el canal en el que dan esa televisión políticamente correcta, porque estaban dando el programa de un niño pirata que se llama Jake que acumula "doblones" y le toma fotos a los tesoros que encuentra, porque están ahí para que los vea todo el mundo y no para que la gente se los lleve a la casa. Después de que se acabara este programa, comenzó uno, en el que un todero que vive en Estados Unidos va por todo el pueblo arreglando cosas con una caja de herramientas llena de martillos y llaves inglesas que hablan en espanglish. Él, que es claramente latino, le dice a las demás personas Señor y Señora X y Y y a él le dicen Mani. Las conversaciones son así: "Mani, mi bicicleta está descompuesta", "Ya voy, señor Esmit, con todas mis herramientas. I'm ready". Al final rompen una piñata y comen tacos para celebrar con un grupo de personas blancas--y unas claramente menos blancas. Además cuentan hasta 10 en inglés todo el tiempo y usan muletillas como "right away".
Después de una hora de esto, siento que no me puedo quedar callada. ¿Eso es lo que es políticamente correcto? En espanglish lo único que se me ocurre decir es: It's so f* wrong in so many levels. Prefiero los videos de Silly Symphony en el que se burlan de todo y no tratan a los niños como idiotas. Y si Amelia aprende a entenderle al pato Donald en inglés, estará sobrada para el resto de la vida.
En esta casa seguiremos viendo esto: Three Little Wolves , esto: The Wise Little Hen y esto: The Funny Little Bunnies
La gran conclusión es: Disney Junior, you suck. O como diría un niño críado con esos programas, apestas. Y sí, los juguetes didácticos suecos de madera pintados con pintura orgánica son hermosos, pero son estúpidamente caros. Además, siendo honestos, los niños prefieren el plástico made in China, incluso la mía a la que se le ha visto jugando a la "universidad" rayando mis papeles con resaltadores de todos los colores.
El único problema es que no he encontrado la forma de apagar a Mani y sus herramientas sin que Amelia se ponga furiosa y ya es hora de dormir. Por ahora, creo que tendré que acudir a los argumentos de autoridad, algo muy poco políticamente correcto y muy poco alineado con los papás-que-compramos-juguetes-didácticos.
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